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Tratamientos para el dolor crónico

¿Cómo se puede tratar el dolor crónico?

Según datos de la Sociedad Española del Dolor, la causa más común del dolor es actuar como señal de alarma cuando el sistema detecta una lesión o una enfermedad. Sin embargo, en ocasiones, el sistema falla y emite un aviso innecesario, sin poder encontrar el origen y, por tanto, atajarlo. No hay un tiempo concreto tras el que un dolor agudo se convierte en crónico, aunque algunos organismos lo fijan en los tres meses.

Las patologías que más frecuentemente cursan con este síntoma son la artrosis, el dolor lumbar, el cervical y la migraña.

El dolor crónico tiene consecuencias tanto físicas y como psicológicas y está asociado a casos de depresión, incapacidad laboral, aislamiento social… por ello, hay una búsqueda constante de soluciones.

Tipos de tratamientos

Actualmente existen diferentes tratamientos, entre ellos: medicación, fisioterapia, cirugía, o neuroestimulación, entre otros.

La neuroestimulación

Se trata de una terapia para controlar las señales de dolor antes de que lleguen al cerebro. La mayoría de estimuladores generan impulsos eléctricos a nivel medular (o cerebral (para tratar todo tipo de trastorno relacionado con el movimiento como el Parkinson, etc.).

Por otra parte, en el mercado también se encuentran sistemas de neuroestimulación periféricos, para tratar los nervios de las extremidades o de la región craneofacial; son menos invasivos y tienen menos riesgos asociados.

¿Cómo funciona la neuroestimulación periférica?

Se coloca bajo la piel un pequeño estimulador que genera señales eléctricas que recorren los nervios, reemplazando el sentimiento de dolor por una sensación agradable.

Con la neuroestimulación se persigue: reducción del dolor (mínimo un 50%), reducción o eliminación de analgésicos y mejora en la calidad de vida

Entre las opciones para la neuroestimulación periférica, se encuentra el dispositivo Neurimpulse. Éste consta de tres componentes: el neuroestimulador o generador de impulsos implantable, el electrodo, que transmite la corriente hasta los nervios circundantes y el programador de paciente, un control remoto que permite configurar la intensidad de la estimulación. Su gran ventaja es que el generador de impulsos es 100% implantable frente a los demás sistemas que, al ser externos, necesitan recargar la batería frecuentemente, impidiendo realizar una estimulación continua durante 24h.

Los especialistas en el tratamiento del dolor serán quienes determinarán la conveniencia de realizar este tratamiento a los pacientes con dolor crónico.

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