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Pie diabético
Aprovechando la celebración del Día Mundial de la Diabetes, hoy dedicaremos una entrada de nuestro blog a hacer una brevísima introducción a los problemas relacionados con el pie diabético y a compartir un número de nuestro boletín dedicado al tratamiento quirúrgico del pie diabético complicado con osteomielitis.
Desde el punto de vista de la ortopedia, los pacientes afectados por diabetes pueden desarrollar problemas en sus extremidades inferiores causadas por una confluencia de causas:
- Neuropatía (degeneración de los nervios): Los pacientes diabéticos pierden sensibilidad en el pie, no percibiendo el dolor causado por lesiones que, en otro individuo, podrían ser banales (rozaduras, ampollas, pequeños traumatismos).
- Vasculopatía (degeneración de los vasos sanguíneos): La diabetes también daña los vasos sanguíneos, reduciendo el aporte de nutrientes y oxígeno a las estructuras periféricas como los pies. Ello dificulta la curación de estas pequeñas heridas, convirtiéndolas en úlceras persistentes.
La combinación de estos dos factores tiene su expresión más crítica en lo que se conoce como pie de Charcot. Aunque sus mecanismos no son del todo conocidos, se cree que la combinación entre degeneración nerviosa y vascular puede dañar las estructuras musculares, tendinosas y ligamentosas del pie. Así, éste perdería su arco normal y los apoyos del paciente quedarían totalmente alterados, apareciendo úlceras graves en distintas zonas del pie.
Como ya comentamos, estas úlceras son de difícil tratamiento y no es raro que acaben por infectarse, lo que empeora aún más el pronóstico de la enfermedad. De hecho, hasta hace unos años, el tratamiento más habitual era la amputación del miembro. Incluso de este modo, la tasa de mortalidad en estos pacientes era bastante elevada.
Actualmente, la principal estrategia se basa en la prevención. Se recomienda a los individuos con diabetes que revisen frecuentemente la aparición de heridas, ampollas o cualquier tipo de anormalidad en sus pies. En caso de aparecer, se protegen bien mediante vendajes y se curan con especial atención. Algunos centros hospitalarios han creado unidades específicas de pie diabético, donde endocrinos, traumatólogos, cirujanos vasculares y enfermeros abordan el tratamiento de esta patología desde un punto de vista multidisciplinar.
Muchos cirujanos intentan adelantarse a la progresión de la enfermedad mediante intervenciones menores de realineamiento del pie, corrigiendo las deformidades antes de que progresen y generen las temidas úlceras. Y, en los casos de deformidad de Charcot más avanzados, se practican cirugías de estabilización o artrodesis de las articulaciones dañadas dentro del pie o el tobillo. Para ello pueden emplearse síntesis internas poco invasivas o fijación externa, lo que evita grandes heridas quirúrgicas que puedan ocasionar problemas en su curación.
El profesor Luca Dalla Paola dirige un departamento específicamente dedicado a tratar el pie diabético en el Maria Cecilia Hospital (Italia). En él, un grupo multidisciplinar de profesionales médicos trata de controlar la aparición de estos problemas y los trata en caso de que ya se hayan manifestado clínicamente. El profesor, que ostenta cargos de responsabilidad en diversas sociedades internacionales relacionadas con el manejo del pie diabético, ha colaborado con MBA Institute para desarrollar un ejemplar del boletín dedicado al tratamiento quirúrgico de pie y tobillo diabético con osteomielitis.
Inicialmente hace una breve descripción de la patología y de sus patrones de evolución. También expone los factores de riesgo que influyen en la aparición de úlceras y cómo éstas pueden ser utilizadas para indicar o no la cirugía en este tipo de pacientes.
El segundo bloque del trabajo se dedica al diagnóstico de la osteomielitis. El profesor Dalla Paola se decanta por usar una biopsia percutánea de muestras óseas tras un período sin antibióticos de 14 días. No obstante, los estudios por imagen deben ser interpretados en conjunto con la exploración clínica y los valores de laboratorio para apoyar el diagnóstico de osteomielitis. En el artículo se repasan las distintas pruebas de imagen disponibles y su utilidad a la hora de diagnosticar la infección ósea en los pacientes con pie diabético.
Aunque el título del boletín pueda llevar a pensar que sólo se aborda el manejo del pie de Charcot mediante cirugía, el tercer apartado del boletín se centra en el tratamiento no quirúrgico del mismo, que se basa, fundamentalmente, en la administración de antibióticos.
Sin embargo, sí que es cierto que la mayor parte del trabajo se dedica a la cirugía del pie diabético. En palabras del profesor Dalla Paola, la cirugía debe ser considerada como el abordaje terapéutico más efectivo para el pie diabético de Charcot complicado con heridas y osteomielitis. En el boletín divide el manejo de las heridas infectadas entre las del antepié y las del mediopié o tobillo. El desbridamiento, estabilización y el cierre de la herida es clave, pudiendo usarse diferentes metodologías e instrumentos, tales como la fijación externa o interna, los sustitutos dérmicos o la terapia de presión negativa.
Desde MBA Institute continuamos con nuestra vocación de acercar el conocimiento a los profesionales médicos y a los pacientes, por lo que no podemos dejar de recomendar la lectura de este número del boletín. Asimismo, queremos agradecer al profesor Dalla Paola y a su equipo la ayuda a la hora de realizar esta publicación.
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