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Fracturas de hombro. Clasificación y patrones de desplazamiento
El trazo de fractura en los traumatismos del húmero proximal depende de muchos factores. Las fracturas más simples son las que separan la parte superior del húmero (metáfisis) de la parte tubular (diáfisis) en dos fragmentos. Sin embargo, las fuerzas musculares y la falta de densidad ósea pueden hacer que el troquiter y/o el troquín (ver entrada ¿Cómo se produce y cómo es una fractura de hombro?) también se separen del resto del húmero, dando lugar a fracturas con tres o cuatro fragmentos.
Aunque hay muchas clasificaciones disponibles, la más habitual es la clasificación de Neer, que las ordena atendiendo a su desplazamiento y al número de fragmentos que la componen.

El grado de desplazamiento (movilización de los fragmentos óseos) tras una fractura de hombro puede variar en función de diversos parámetros. El mecanismo de fractura, el grado de osteoporosis o el trazo de la fractura pueden hacer que la posición natural del húmero se vea alterada en mayor o menor medida.
Por supuesto, cuanto mayor sea el número de fragmentos y el desplazamiento de estos, más complejo suele ser el tratamiento.
Normalmente, cuando se produce una fractura del húmero proximal, las fuerzas musculares que actúan en la zona suelen provocar desplazamientos similares a los que se ven en la ilustración.

El pectoral, que está unido a la diáfisis por debajo de la fractura, tracciona hacia medial a la vez que el deltoides lo hace hacia proximal (arriba). Esto produce un acortamiento y un encorvamiento de la extremidad. Por otro lado están los músculos del manguito de los rotadores que, al insertarse en la parte superior del húmero, pueden provocar una rotación de éste, agravando el malposicionamiento.
Pero, además, es relativamente frecuente la tracción muscular produzca una fractura de las tuberosidades óseas de las que hablamos en la entrada anterior. Recordemos que el troquiter y el troquín eran dos protuberancias en las que se anclaban los tendones del manguito de los rotadores y que, si se separan del húmero, originan una importante merma en la función. Los tres músculos posteriores del manguito tiran hacia posterior y el músculo anterior hace lo propio en el otro sentido. Esto crea un espacio vacío por el que puede hundirse la cabeza femoral (ver ilustración).

Seguir leyendo: Fracturas de hombro. Opciones de tratamiento
Me rompí el húmero, y estoy operado dos veces en menos de un año. La primera me pusieron una placa, que no fue bien y la segunda una prótesis invertida.
Llevo tres meses y no encuentro mejora, salvo que el dolor continuo que tenía con la placa a remitido. Pero tengo ahora unas molestias y dolor en la escápula y hombro que no se si son normales. Estoy dándome sesiones de fisio, y al día siguiente tengo muchas molestias y dolor. No se si sera normal, pues llevo tres meses operado de la segunda. Cuando camino me canso mucho, y estoy bien o medio bien hasta después de la comida, a continuación me empieza el malestar y dolor.