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El cuidado de los tornillos del fijador
¿Qué es el tornillo y la zona de inserción del tornillo?
Los tornillos permiten unir el hueso al fijador externo. Tienen una zona lisa que atraviesa la piel y a la que se sujeta el fijador. En el interior del cuerpo está la parte roscada, que es la que fija el hueso.
El área donde el tornillo se encuentra con la piel se llama zona de inserción y, al igual que cualquier herida, debe mantenerse limpia para evitar el riesgo de infección. Si el área se infectase, el tornillo podría aflojarse con respecto al hueso y podría ser necesaria la retirada del mismo.
El cuidado de la zona de inserción de los tornillos óseos es de vital importancia a la hora de evitar infecciones y/o aflojamientos que puedan poner en riesgo el éxito del procedimiento. Los protocolos de cuidados de las heridas pueden variar entre centros hospitalarios. El que aquí se recoge no es más que una de las posibilidades existentes. El mantenimiento de una buena higiene es fundamental, y en ello deben colaborar tanto la persona tratada como su círculo familiar.
Es recomendable que este proceso de limpieza se realice a diario. Para más información sobre los dispositivos usados para elongaciones óseas consulta nuestro blog.
El cuidado de los tornillos óseos, paso a paso
Paso 1
Proceda a lavarse las manos, pues posiblemente sea el acto más importante para evitar la infección. Use un jabón que sólo utilice usted y séquese con papel que no deje residuos. Después, rocíe sus manos con la solución desinfectante de manos y no toque nada.
Paso 2
Quite las gasas usadas. Límpiese de nuevo con la solución desinfectante y póngase los guantes.
Paso 3
Mueva con los dedos la piel que está alrededor de los tornillos para facilitar la salida de líquido fuera de la herida.
Paso 4
Moje un bastoncillo en el suero y elimine posibles costras dibujando círculos que se alejen del tornillo. Emplee uno o más bastoncillos distintos en cada tornillo. Para secar la zona, utilice otro bastoncillo sin suero.
Paso 5
Impregne en clorhexidina un nuevo bastoncillo y úselo para limpiar alrededor de la piel circundante. Con otro bastoncillo nuevo, limpie la parte del tornillo que asoma por la piel en toda su longitud. Use bastoncillos nuevos en cada tornillo. El fijador externo también ha de limpiarse, bien con la solución desinfectante o bien con agua y jabón. No emplee detergentes con iones fluoruro, cloruro, bromuro, ioduro o hidroxilo, ya que es posible que afecten al recubrimiento del fijador.
Paso 6
Para preparar la nueva gasa, doble una por la mitad y practique un corte como el que puede ver en la ilustración. Prepare tantas como tornillos tenga implantados.
Paso 7
Sitúe cada gasa en los tornillos imitando el dibujo.
Paso 8
Sitúe un trozo de esponja (cortada del mismo modo que las gasas) sobre la gasa. El objetivo es presionar ligeramente la piel para reducir el movimiento entre ésta y el tornillo.
Paso 9
Guarde todo el material en una bolsa de plástico y ciérrela antes de tirarla a la basura. Finalmente, lávese las manos otra vez.
Descargue aquí la Guía para el Cuidado de los Tornillos de Fijación Externa elaborada en colaboración con el Dr. Javier Downey Carmona.
No me queda claro, ¿La cura debe realizarse con guantes estériles o es suficiente con unos guantes limpios?
Hola África
Pues lo ideal sería utilizar guantes estériles. Pero si no es posible conseguirlos, lo importante es seguir unas medidas de higiene cuidadosas.